Familia:
Fabaceae – Fabáceas. Antes Leguminosae – Leguminosas.
Nombres
comunes: Robinia negra, falsa acacia, acacia de flor blanca.
Descripción:
Arbol de hasta 30 m, de corteza grisácea, profundamente surcada,
ramas retorcidas frágiles. Hojas pinnadas con de 7 a 21 foliolos
ovales y lisos (sin pelos) de 2,5 a 4,5 cm de largos, a menudo con
espinas en la base. Echa nuevos pues con facilidad, formando
espesuras con los tallos jóvenes espinosos. Flores blancas, en
grupos numerosos, colgantes, de 10 a 20 cm de largos; agrablemente
perfumadas. Los frutos son legumbres de 5-10 cm de largura, pardas,
lisas y glabras. Puede confundirse con la acacia del Japón (Sophora
japonica). Puede vivir mas de los 100 años.
Habitat:
Crece
de forma natural en el este de Estados
Unidos,
aunque se ha introducido en otros países. Esa especie toma el nombre
de Jean
Robin, botánico francés,
que la trajo de las colonias
de América a Francia en
el 1601.
Originaria de los Estados
Unidos,
más precisamente de los montes Apalaches,
se ha naturalizado en gran parte de los Estados Unidos, en el sur
de Canadá y
en Europa, desde el sur de Inglaterra y
de Suecia hasta Grecia, Chipre,
los montes del sur de Italia y
de España (sobre
todo en la vertiente cantábrica y el este). Muy frecuente en el
centro de Europa: Francia, Alemania, Bélgica, Países
Bajos, Hungría,
norte de Italia, Suiza y
este de Austria.
Se encuentra también en Turquía, Israel, Túnez, China, Corea
del Sur, Australia, Nueva
Zelanda y Chile.
En
La Ribera Navarra se planta como ornamental y también se pueden ver
asilvestradas en muchos lugares cercanos al regadío, margenes de campos, orillas del río Ebro, etc.
Composición:
La
robinia posee una lectina en
sus semillas,
que las hace tóxicas: caballos que consumen la planta desarrolan
síntomas de anorexia, depresión, diarrea, cólicos, debilidad,
y arritmia
cardíaca.
Los síntomas aparecen generalmente alrededor de 1 hora de haberlas
ingerido y se requiere de la atención veterinaria inmediata. Hojas y
semillas son tóxicas. Sólo las flores se pueden comer.
Usos
medicinales, etc: Sus
flores son comestibles y se conocen popularmente con el nombre de pan
y quesitos; con ellas se preparaba antiguamente un agua destilada con
propiedades antihistéricas. Su infusión posee propiedades
calmantes, antiespamódicas, emolientes, tónicas y astringentes.
La
madera se utiliza en carretería, ebanistería,
tornería, etc. para hacer muebles, juegos para niños al aire libre
y parqué.
Tiene una elevada resistencia y una durabilidad natural muy buena. Se
usa también como leña para
hacer fuego o para estacas. Las
abejas producen con las flores de robinia una miel conocida
popularmente como miel de acacia. Las raíces tienen una elevada
capacidad para la fijación de nitrógeno atmosférico, como muchas de las leguminosas.
Se emplea mucho como árbol ornamental en ciudades y pueblos. Las
flores se usan en algunos Países (en Italia) para hacer postres.
Se planta frecuentemente para consolidar suelos, especialmente los de zonas arenosas y en taludes. La madera es tan perdurable como la del roble y se emplea para construcción de pérgolas, postes de teléfono (durando mas de 100 años), pilotes, embarcaciones, etc. Se conserva muy bien en contacto con el suelo húmedo o el agua. Es un buen combustible aunque suelta muchas chispas.
En
Jardinería:
Es
fácil encontrar una variedad interesante conocida como 'Frisia' con
un follaje de precioso tono dorado. La variedad 'Casque Rouge' es una
de las más difundidas.
Estas
variedades son obtenidas por injerto de otras especies sobre pies de
Robinia pseudoacacia:
La
variedad 'Umbraculifera' presenta una copa recogida y esférica, con
un buen resultado en jardines pequeños.
Son
populares los cultivares: Pyramidalis, Unifolia, Vulgaris,
Umbraculifera, Casque Rouge.
Es
una especie apropiada para todo tipo de jardines con grandes
dimensiones. No es nada exigente en el tipo de terreno donde crece,
donde se enraíza intensamente, formando rizoides. Su cultivo es muy
frecuente en parques, jardines, calles y paseos, o para fijar bordes
y taludes de carreteras, Llegando a levantar las aceras, es uno de
los árboles más profusamente plantados en la jardinería municipal
de muchos países como árbol ornamentalen calles de tamaño medio.
Ofrece una sombra ligera por la densidad media de su follaje. Sus
raices parece que tienen un efecto nocivo sobre las coníferas por lo
que no debieran plantarse juntos. Admite un amplio tipo de suelos,
una vez que se ha desarrollado bien su sistema radicular, soporta
bien la sequía. Como todas las leguminosas, posee bacterias en las
raíces que fijan el nitrógeno por lo tanto enriquece en nitrógeno
los terrenos donde crece. Soporta muy bien la contaminación, por lo
que se la recomienda para zonas especiales y en zonas exteriores.
Siendo un árbol muy rústico y de crecimiento rápido con gran
resistencia a la sequía. Echa nuevos pies con facilidad a partir de
chupones y forma malezas densas con los tallos jóvenes espinosos.
Los inconvenientes que presenta este árbol es que da poca sombra,
emite con mucha promiscuidad renuevos y su foliación es tardía y
tienen tendencia a partirse. El árbol debe mantenerse con un tronco
único, de esta forma ninguna rama se desarrolla con gran fuerza como
para que cuando envejezca pueda caerse. No precisa de poda
sistemática, si se le poda en exceso, surgen gran número de
crecimientos de emergencia y se regenera bien. Se debe podar a
principio de otoño para evitar el sangrado, pero al no ser éste
peligroso, puede realizarse igualmente en invierno. La poda de
formación y la de mantenimiento debe vigilar la emisión de retoños,
chupones y los minadores del tronco. El empleo de sustrato muy rico
llega a producir crecimientos demasiado rápidos y en días de viento
se produce la fractura de ramas y la caída de los árboles viejos.
El motivo de no encontrar casi nunca grandes ejemplares es por estas
caídas de sus ramas envejecidas. Requiere poda de formación y
ligera de conservación, haciendo limpieza de ramas secas. Se adapta
bien a los trasplantes salvo grandes ejemplares. También pueden
producirse diversos chancros de la corteza producidos por Nectria y
otros hongos. Asfixia por exceso de humedad en el suelo y desarrollo
del hongo Armillaria mellea. Caries del tronco. Distintos hongos como
Poliporus que aparecen más tarde las setas sobre troncos. La
infección se produce por heridas de poda. Las Robinia tiene fuertes
ataques de pulgón en primavera. Al vegetar mal en sombra cuando se
plantan en alineaciones de calles estrechas, crecen debilitadas. El
árbol naturalizado puede estar parasitado por muérdago (Viscum
spp.). La propagación por semillas es fácil. Antes de la siembra se
remojan durante una hora en ácido sulfúrico concentrado y luego se
enjuagan con agua o, para el aficionado, agua hirviendo durante 20
segundos. También es habitual la propagación: por retoños,
renuevos o injertos.
Sobre algunas de sus enfermedades: Hay unas especies de insectos minadores de las hojas de esta planta:
- Obolodiplosis robiniae, que ha llegado a Europa en 2003;
- Phyllonorycter robiniella o Parectopa robiniella, que ha llegado a Europa entre 1983 y 1970 y se encuentra en la parte inferior de las hojas.
- Platygaster robiniae, que ha llegado a Europa en los primeros años del siglo XXI.
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